viernes, 15 de julio de 2011

Me he abandonado...

Llevo varios años escondido de mi antiguo Padawan, Anakin Skywalker, ahora convertido al lado oscuro y conocido por Darth Vader. Y no es que me esconda por miedo, que como todos sabéis le vencí en Mustaphar, sino que estoy en una misión encomendada por Yoda, y esa misión es velar por el hijo de mi amigo Anakin, Luke Skywalker.

El problema es este. Ya han pasado 5 años desde que se instauró el Imperio Galáctico a manos del señor del lado oscuro Darth Sidious, también conocido como Canciller Palpatine, y en ese tiempo, aislado en Tatooine, sin nada de acción más que velar por un niño pequeño que está más que seguro con sus tíos, me he ido abandonando. Lo sé, un maestro Jedi como yo...

Al principio, Qui-Gon Jinn, que es ahora uno con la Fuerza, se me apareció y me estuvo entrenando para lograr, en un futuro, lo mismo que él. Pero esto no nos llevó más que un año, y después de su última visita he llevado una vida bastante sedentaria, y todo hay que decirlo, me ha pasado factura.

Estoy gordo. Sí, gordo. Es una situación un tanto incómoda para mí, un maestro Jedi reconocido en todo el universo.

He tardado demasiado tiempo en verlo. Si sigo así, cuando Luke tenga edad suficiente para ser entrenado en el uso de la Fuerza, voy a estar tan obeso que no me voy a poder mover ni usando mis poderes de Jedi. Así que desde ahora, sin más dilación, Obi-Wan Kenobi vuelve al entrenamiento.

Espero que a un Jedi tan experimentado como a mí no le cueste mucho perder peso y volver a estar en forma. De todas formas, os iré contando mis progresos.

Lo sé, lo sé, una historia decepcionante, pero todos sabéis que cuando me encuentre con Luke e inicie su entrenamiento voy a estar en forma, algo más viejo, sí, pero en forma.

Hasta otra historia, y recordad, ¡Qué la Fuerza os acompañe!

1 comentario:

Scout Finch dijo...

Pues hala, al trabajo. Haz que tu maestro se sienta orgulloso de su antiguo padawan.

;)