viernes, 8 de marzo de 2013

¡Ánimo Luke!

Hola a todos los Jedi esparcidos por la galaxia, hoy vengo a comentaros una magnífica noticia, el fin del imperio se acerca.

El hijo de Anakin Skywalker ya es un adolescente y he empezado a realizar visitas semanales para ir instruyéndole en la Fuerza. Debo decir que aunque la Fuerza es muy intensa en él (ha sido criado en una granja en Tatooine por lo que no ha recibido muchos estímulos) no pilla siempre las cosas a la primera. Sinceramente, creo que la culpa la tienen sus tíos Owen y Beru que desde pequeño le han estado repitiendo las cosas veinte veces para asegurarse de que lo entendiese todo, que ahora no lo hace todo bien hasta que no lo has repetido por lo menos unas cinco veces, y es agotador.

Últimamente he estado meditando y pidiéndole consejo a mi maestro Qui-Gon Jinn (que es uno con la Fuerza) y juntos hemos llegado a la conclusión de que aún estamos a tiempo de corregirlo, porque si no, la galaxia está perdida y el imperio durará eternamente.

¿Cómo lo vamos a hacer? Pues bien, lo primero que vamos a hacer es explicarle los conceptos nuevos una vez, se acabó el repetirlo todo veinte veces. Después de la explicación le pondremos pruebas cada vez más difíciles que conlleven la utilización de esos conocimientos adquiridos y si tiene alguna duda, pondremos a su disposición el holocrón Jedi para que busque más información al respecto.

¿Qué esperamos conseguir? Lo primero que su atención aumente, que sea capaz (con la práctica) de aumentar su memoria a corto plazo, que sea autosuficiente en la adquisición de nuevos conocimientos y así, si tiene alguna duda o le surge cualquier problema, no dudará en buscarlo él solo, sin recurrir al profesor (independencia), que de todas formas, tengo el presentimiento de que la próxima vez que vaya a ver a mi antiguo padawan, ahora convertido al lado oscuro, no voy a sobrevivir.

Este nuevo entrenamiento lo voy a poner en práctica después de la cosecha, cuando sus tíos me den permiso porque las tareas de la granja hayan disminuido.

Ya os iré contando si mi teoría es válida y da resultado. Mientras tanto, os pido que no contestéis a este mensaje ni que salgáis de vuestros escondites. Como he dicho antes, la hora del imperio se acerca.

¡Que la Fuerza os acompañe!

sábado, 20 de octubre de 2012

Decepción

Uff, por fin he encontrado un hueco para escribir. Esto de estar huyendo continuamente de los soldados imperiales, de los cazarrecompensas, de mi antiguo padawan... del imperio en general, es agotador hasta para un Jedi bien adiestrado como yo.

Hoy voy a contaros una historia de mis días en la academia esperando para ser seleccionado por algún Jedi para que fuese su padawan.

Había una compañera con la que me llevaba muy bien, incluso se podría decir que estábamos enamorados, pero como la orden Jedi prohíbe el amor (porque lleva al lado oscuro...) ninguno hizo nada que pudiese poner en peligro nuestra estancia en la academia y destruir nuestras ilusiones de convertirnos algún día en Caballeros Jedi.

Lo que nos acontece sucedió una tarde otoñal en la capital de la república (no del imperio...). Estábamos todos los padawan en la sesión diaria de entrenamiento mental con el Maestro Yoda, aprendiendo a controlar la mente de los más débiles mediante la Fuerza. Debo decir que esto se me daba bastante bien, ya que aunque todavía ningún Caballero Jedi lo había percibido, era muy bueno en todo lo concerniente a la Fuerza y lo demostraba cada día.

Durante la sesión de ese día, Yoda nos pidió que indagásemos un poco más en la mente del contrario, que no sólo podíamos influir en ella, sino que podíamos llegar a leer sus pensamientos, para así en un posible combate adelantarnos a sus movimientos. Dio la casualidad de que ese día mi pareja en las prácticas fue Raquel, una padawan Jedi venida de un planeta del borde exterior llamado Tierra (un nombre muy raro para un planeta cuya superficie mayoritaria es de agua...) y de la que estaba enamorado (creo recordar que ella sentía lo mismo).

La primera en realizar el ejercicio fue ella. Se trataba de bloquear la mente para dificultar lo máximo posible la tarea del oponente y que fracasase, indicando por un lado que el otro padawan no estaba listo todavía y que tú lo dominabas lo suficiente como para afrontar pruebas más duras. Así que yo bloqueé mi mente lo mejor que pude y lo único que pudo percibir ella (que yo no quise ocultar) fueron mis sentimientos. Al notarlo, se ruborizó y perdió la concentración, por lo que fue mi turno para contraatacar.

Al pillarla desprevenida accedí por completo a su mente, de repente podía leer sus pensamientos, acceder a sus recuerdos, percibir con más fuerza sus sentimientos. Era como un libro abierto. Pero un libro abierto también tiene sus inconvenientes. Yoda nos había avisado: "si control mental bueno tenéis, tentados por el lado oscuro estaréis". No le faltaba razón. La sensación de poder fue tan intensa que en ese momento mi mente se nubló, de repente decidí que lo mejor para seguir aprendiendo sería jugar un poco con su mente, así que "borracho" de poder y muy cerca del lado oscuro, empecé a hurgar en su mente, accediendo a sus recuerdos más preciados y en un ataque de enajenación mental, borrarlos.

Yoda se percató de lo sucedido inmediatamente y consiguió pararme casi al instante, pero por desgracia el daño ya estaba hecho. Había borrado los recuerdos que Raquel tenía de los dos juntos, nuestras charlas después de los entrenamientos, nuestras comidas, nuestros paseos, sus sentimientos hacia mí...

El Maestro Yoda intentó recuperar esa parte de la memoria, pero había hecho tan buen trabajo que le resultó imposible. Ella acabó el entrenamiento como si no hubiese pasado nada, me conocía como al resto de padawans, sí, pero ya no era mi amiga y por supuesto, ya no sentía nada por mí.

No era la primera vez que me pasaban este tipo de cosas. Debía ser por eso que los Caballeros Jedi no me elegían a mí, debían pensar que era peligroso. Menos mal, que al poco tiempo fui elegido padawan del grandísimo caballero Jedi Qui-Gon Jin y gracias a su perseverancia conseguí convertirme en el Jedi que soy hoy en día.

Cada vez que me acuerdo de ella, y han pasado muchos años, me pongo a llorar sólo de pensar en el daño que le causé. Es una lástima que no haya una forma de crear una copia de seguridad de nuestros pensamientos/sentimientos. Imaginaos las posibilidades... Tranquilízate Obi-Wan, este tipo de pensamientos son los que te han traicionado más de una vez y te acercan al lado oscuro...

Ya sabéis, allá donde estéis, por muy en peligro que os halléis, no uséis vuestro poder mental de los Jedi para borrar los recuerdos de la gente, os arrepentiréis el resto de vuestra vida, os lo puedo garantizar.

Si alguien ha sobrevivido a la orden 66 y escucha mi mensaje, por favor no contactéis conmigo, pues nos delataría a los dos y pondría en peligro mi misión de vigilar al joven Luke Skywalker, aquel que en un futuro no muy lejano acabará con el imperio y traerá la paz de nuevo a la galaxia.

¡Que la Fuerza os acompañe!

miércoles, 11 de julio de 2012

Yo y la velocidad

Hola a todos los Jedi esparcidos por la galaxia. Hoy vengo a hablaros de algo muy preocupante.

El imperio ha decidido limitar la velocidad de los viajes interestelares y ha colocado patrullas de soldados imperiales en las rutas más transitadas con unos modernos detectores de velocidad para multar a todos aquellos viajeros que superen en 6 veces la velocidad de la luz. ¿Dónde vamos a parar?

Debo advertiros que no hace mucho en un viaje a Tatooine para ver el concierto de fin de curso del joven Luke Skywalker me topé con una patrulla imperial, al principio no les hice mucho caso, pero al poco me alcanzaron y me pusieron una multa por exceso de velocidad. ¿Os lo podéis creer? Menos mal que usé mis trucos mentales Jedi para nublar su percepción y que no me reconociesen, sólo me faltaba ya que por un despiste como este mi antiguo padawan y enemigo de la libertad Darth Vader me encontrase.

Así que debo deciros a todos los Jedi que aún sobrevivís a la masacre de la orden 66, vigilar la velocidad a la que ponéis vuestros starfighters pues podéis caer en las garras del imperio.

Yo a partir de ahora, ya que debo seguir velando por el joven Luke, vigilaré la velocidad de mi aeronave y evitaré volver a caer de nuevo en las garras del imperio.

¡Qué la Fuerza os acompañe!

viernes, 15 de julio de 2011

Me he abandonado...

Llevo varios años escondido de mi antiguo Padawan, Anakin Skywalker, ahora convertido al lado oscuro y conocido por Darth Vader. Y no es que me esconda por miedo, que como todos sabéis le vencí en Mustaphar, sino que estoy en una misión encomendada por Yoda, y esa misión es velar por el hijo de mi amigo Anakin, Luke Skywalker.

El problema es este. Ya han pasado 5 años desde que se instauró el Imperio Galáctico a manos del señor del lado oscuro Darth Sidious, también conocido como Canciller Palpatine, y en ese tiempo, aislado en Tatooine, sin nada de acción más que velar por un niño pequeño que está más que seguro con sus tíos, me he ido abandonando. Lo sé, un maestro Jedi como yo...

Al principio, Qui-Gon Jinn, que es ahora uno con la Fuerza, se me apareció y me estuvo entrenando para lograr, en un futuro, lo mismo que él. Pero esto no nos llevó más que un año, y después de su última visita he llevado una vida bastante sedentaria, y todo hay que decirlo, me ha pasado factura.

Estoy gordo. Sí, gordo. Es una situación un tanto incómoda para mí, un maestro Jedi reconocido en todo el universo.

He tardado demasiado tiempo en verlo. Si sigo así, cuando Luke tenga edad suficiente para ser entrenado en el uso de la Fuerza, voy a estar tan obeso que no me voy a poder mover ni usando mis poderes de Jedi. Así que desde ahora, sin más dilación, Obi-Wan Kenobi vuelve al entrenamiento.

Espero que a un Jedi tan experimentado como a mí no le cueste mucho perder peso y volver a estar en forma. De todas formas, os iré contando mis progresos.

Lo sé, lo sé, una historia decepcionante, pero todos sabéis que cuando me encuentre con Luke e inicie su entrenamiento voy a estar en forma, algo más viejo, sí, pero en forma.

Hasta otra historia, y recordad, ¡Qué la Fuerza os acompañe!

miércoles, 15 de junio de 2011

Seducido por el Lado Oscuro

Por muy paciente que pueda llegar a ser uno, siempre habrá situaciones que escapen a nuestro control, atrayéndonos un poco hacia el Reverso Tenebroso.

Os voy a contar un caso muy reciente. Estaba yo en una misión en un planeta del borde exterior, intentando traer la paz entre un grupo de músicos separatistas que amenazaban con volver la música contra la república intergaláctica. Entre ellos se encontraba una antigua padawan, María, que debido a ciertas discrepancias con la forma de enseñar de los Jedi decidió dejar la formación como futuro Caballero Jedi.

Mientras observaba uno de sus ensayos, y debido a que estoy entrenado en las artes musicales (a ver si os vais a pensar que sólo soy un maestro en la Fuerza, ¿eh?) decidí unirme al resto y tocar con ellos. Poco a poco empezaron a valorar mis conocimientos y fueron dejando que les guiase en la interpretación. Pero la antigua Padawan no lo veía igual y pensó que quería todo el protagonismo, y que no la estaba dejando tocar a ella (o algo así, ya que utilizando una técnica Jedi de distracción consiguió salir de la sala sin ser vista).

Cuando se acabó la obra, fui a buscar a la padawan para descubrir que al irse me había dejado un mensaje muy preocupante: ¡Te odio Obi-Wan Kenobi! ¡Tú tienes la culpa de todo, y si quieres tocar, adelante!

A mí este mensaje me dejó estupefacto. No podía entender cual había sido la causa del enfado de la joven padawan, puesto que yo únicamente me había dejado llevar por la música e intentado conseguir una buena interpretación por parte de todos.

Al volver a Coruscant, pensando, creo que he conseguido una tregua con los músicos, pero me temo que tenemos una antigua padawan más cerca del Lado Oscuro que antes.

Antes de acabar, debo añadir que no he sido del todo sincero. María, era mi padawan, y creo que la perdí intentando racionalizar demasiado las cosas con ella. Quizá no debería haber seguido tan estrictamente la doctrina Jedi y haberme abierto un poco más a ella. Enfocarlo desde otro punto de vista.

Ahora estoy más tranquilo, sabiendo que no he tenido la culpa de nada. Pero después de ver el mensaje he sido invadido por la ira. Y la ira nos lleva al Lado Oscuro...

Así que ya veis. Uno en misión de paz por la galaxia y no sabes cuando te vas a encontrar con un pasado que te pueda empujar un poco más hacia el Reverso Tenebroso de la Fuerza.

Y esta ha sido mi aventura. Espero que hayáis aprendido algo con ella. Calma, paciencia, tranquilidad, son las armas de un buen Caballero Jedi. Hacer buen uso de ellas nos garantizará no ser seducidos por el Lado Oscuro.

Hasta la próxima misión.

¡Qué la Fuerza os acompañe!

lunes, 24 de diciembre de 2007

¡Feliz Navidad!

Este humilde servidor de la paz y de la república les desea a todos una Feliz Navidad y un próspero año nuevo. Sigan el camino bohemio de la Libertad, Verdad, Belleza y Amor y acompáñenlo con la guía de la Fuerza y tendrán un año nuevo pleno y lleno de satisfacción.

¡Qué la Fuerza les acompañe en este nuevo año que va a comenzar!

sábado, 4 de agosto de 2007

¡Que la Fuerza os acompañe!

¿Hola?, ¿hay alguien ahí? Este es un mensaje para cualquier especie inteligente de nuestro universo:

Me llamo Obi-Wan y soy un Caballero Jedi, me presento ante ustedes para poner mis servicios a su disposición.

Ahora me retiro a meditar en la Fuerza a la espera de recibir misiones del Consejo Jedi.